Buenos días fanáticos del
vapor.
Tras la quedada en el Parque
del Retiro para celebrar su 150 aniversario, paso a presentaros las dos obras
literarias que se publicaron para la ocasión. Ambas relacionadas con este
agradable parque.
Un afectuoso saludo.
Madrid 11 de noviembre de 2018.
Tras un
agradable viaje en nuestra máquina del tiempo, a través de los sueños e
ilusiones de los madrileños de antaño y actuales, por fin hemos llegado a
nuestro destino.
Me
encuentro en la puerta del Palacio de Cristal y el día fresco hace que me
abroche el abrigo largo que llevo.
Miro al
cielo y veo surcar los aviones, en mi sueño eran zeppelines, y un rayo de sol
reconforta cálidamente mi rostro.
Sonrío.
Las
cosas cambian, la vida cambia, las ciudades cambian, sus habitantes cambian…
pero el Parque del Buen Retiro no cambia.
Siento
pisar la tierra que pisaron mis antepasados, los colores inconfundibles del
otoño son los mismos que vieron mis abuelos y los sonidos son los mismos de mi
niñez en brazos de mis padres.
Y da
gusto saber, que a pesar de que hoy todo es desechable y todo tiene una fecha
de caducidad, hay lugares donde todo sigue igual y donde puedes venir a pasar
un rato como se ha hecho siempre, despacio y rodeado de los que quieres.
Mi
grupo me llama.
Me
acerco a ellos y les digo – “Ciento cincuenta años no son nada, espero
disfrutar de este día y repetirlo dentro de otros ciento cincuenta, sabiendo
que algunas cosas no cambiarán.”
Lord Alberot
Al otro lado de la valla
los trolls han tomado la ciudad.
Gritan
pitan
rugen y mugen.
Uno de ellos
casi me pega el otro día.
Uno de ellos
casi me atropella el otro día.
Sobre sus máquinas de humo
sobre ese podio
hecho de humo
ensucian la ciudad
con su virulenta presencia
y su falta de aquiescencia.
Al otro lado de la valla
aún quedan casas en los árboles.
y las hadas
aún no han perecido.
Donde rodar sobre ruedas
aún no está prohibido
y donde remar sobre el agua
aún no se ha extinguido.
Desbordado y vencido
me Retiro al otro lado.
Dormiré sobre suelo verde
alumbrado por las lámparas
y custodiado por los juncos.
Siempre al otro lado.
Ese lado
que los trolls tienen prohibido.
los trolls han tomado la ciudad.
Gritan
pitan
rugen y mugen.
Uno de ellos
casi me pega el otro día.
Uno de ellos
casi me atropella el otro día.
Sobre sus máquinas de humo
sobre ese podio
hecho de humo
ensucian la ciudad
con su virulenta presencia
y su falta de aquiescencia.
Al otro lado de la valla
aún quedan casas en los árboles.
y las hadas
aún no han perecido.
Donde rodar sobre ruedas
aún no está prohibido
y donde remar sobre el agua
aún no se ha extinguido.
Desbordado y vencido
me Retiro al otro lado.
Dormiré sobre suelo verde
alumbrado por las lámparas
y custodiado por los juncos.
Siempre al otro lado.
Ese lado
que los trolls tienen prohibido.
Tony Rottenapple
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