jueves, 2 de marzo de 2017

Visita guiada por Avalon

El decano Coppet sonrreia, aquel era uno de los días mas felices del año, no por que fuera su cumpleaños, o cualquier otra frívola celebración, sino por que cientos de jóvenes futuros estudiantes acudirían a visitar la Universidad de Avalon.

Pero no era por los futuros alumnos que sonrreia, sino por que cada uno de ellos era una potencial herramienta para desacerse de su odiado enemigo.

Agarro el comunicador del moderniso sistema de altavoz tecno-mágico, carraspeo, pulso el botón y empezó su ensayadisimo discurso de cada año- La Universidad de Avalon abre sus puertas un año mas a curiosos y futuros estudiantes, como cada año estamos orgullosos de ofrecer la mas variada y exótica selección de materias para los deseos de conocimientos y poder. ¡Sed Bienvenidos!- Hizo una pausa para remover el contenido de la taza de té que reposaba sobre la mesa junto a la consola del sistema de altavoces.

-Y ahora unos anuncios oficiales- dijo con voz casi en grito- la universidad no se hace responsable de perdidas personales, Amnesias, temporales o permanentes, mutilaciones, muertes o desapariciones misteriosas de alumnos que salten alguna de las normas, además y como viene siendo costumbre tengo el placer de informar que cualquier alumno o futuro alumno que sea capaz de matar a Maese Iditxa de modo permanente será dotado de una Beca completa que sufragara todos sus gastos estudiantiles además de una carta de recomendación firmada personalmente por mi, Ceril Coppet decano de esta excelsa facultad- paro para dar un sorbo al amargo té- así que con enorme placer os digo- Subiendo el tono de voz algo mas de lo usual -¡Buenos días y buena caza!

---

Maese Iditxa repantingado en el butacón de orejas de su despacho rezongo, intercambio miradas con la calavera vacía que se encontraba delante de el y se levanto.

Una esquelética mano plagada de maquillaje, con las falanges mas distantes pintadas con pintauñas y todas las falanges maquilladas con intrincados diagramas azules y verdes, flores rijas y otros amalgamas de signos arcanos y naturales que de extendían por la mano, el brazo y en general el resto del esqueleto coloco la calavera sobre los hombros.

La profusamente decorada calavera coloco sobre su cráneo una muy cepillada peluca morena de pelo excepcionalmente laceo, que caía sobre los hombros y continuaba descendiendo por la espalda hasta la cintura, el vestido de color rosa pastel con crinolina y corsé interior bien ajustado a su esquelético esqueleto, decorado con cintas de color perla y un collar de perlas que caía sobre su vacuo busto.

Se paro frente el espejo de cuerpo entero, observo de arriba a abajo su estampa y aparto un rizo de laceo cabello de su cara, coloco una rosa plagada de espinas sujetando el rebelde rizo de cabello, y siguio mirándose, no sin un deje de sonrisa coqueta en la perlinea calavera.

-Señorita Katrina, esta usted ya lista- llego la voz de Maese Iditxa desde el cavernoso pasillo.

La señorita Katrina dejo de mirar su reflejo y cogió el floreado abanico y una pila de carpetillas colocadas junto a la puerta, con traqueteantas pero enérgicos y veloces pasos avanzo como una colegiala emocianada hasta reunirse en el pasillo con su interlocutor.

- Este año tenemos la posibilidad de tener un profesor extra en el departamento- dijo Maese iditxa con un toque de esperanza en la voz- Todo depende de hoy- su voz se ensombreció- Ceril dijo y cito palabras textuales - dijo mientras impostaba la voz, para imitar la nasal voz de el Decano- "Si este año no perdemos a ningún visitante, tal vez y solo tal vez, este de buen humor para revisar su petición"- la voz de Maese iditxa recupero su tono usual- Bueno señorita Katrina si quiere hacer los honores- dijo señalando la puerta.

Se hizo un breve silencio, Katrina se miro las uñas, después miro a Maese Iditxa a la cara y nuevamente a sus uñas.

-Comprendo- dijo Maese- Acabas de terminar de pintarte las falanges, claro, no te preocupes, no queremos que el primer dia te vean con la pintura de falanges descascarillada- su voz sonaba franca y sincera, mientras empujaba la gruesa puerta, y la sujetaba para que la Señorita Katrina penetrara en la sala al otro lado.

La sala era grande y espaciosa, de estilo gótico, estaba decorado con profusas vidrieras de vivos colores, bóvedas de nervios, y columnas enormes de granito, el suelo de mármol de diversos colores estaba surcado de numerosas descoloridas inscripciones funerarias y advertencias, al igual que el dintel de la puerta, Numerosas Gargolas estaban espaciadas por las paredes y los suelos, todas ellas fingiendo ser seres inanimados, muy ocupados en su quietud.

Maese iditxa penetro en la sala, la caterva de estudiantes estaba diseminada por la sala, solos o en grupos, en su mayoría eran humanos, pero había una pequeña proporción de criaturas faericas y otras criaturas de parajes aun mas lejano y extraño.

Maese iditxa, se coloco en el centro de la sala y esgrimiendo su varita mágica apunto a uno de los visitantes, que estaba muy ocupado examinado el interior de una armadura decoratica, el escrutador de interiores de armaduras giro en redondo y gravito hasta unos metros de Maese Iditxa, el espectáculo de la lenta levitación involuntaria del atemorizado visitante atrajo la atención de la totalidad de la sala.

-Bienvenidos a la visita Guiada- Dijo con falsa jovialidad- Soy Maese Iditxa, el tono de jovialidad se cambio por aquel que usan los profesores para reprender a los alumnos- Seamos sinceros, ustedes pretenden estudiar aquí, y yo sere uno de sus profesores, para la resolución del dia de hoy exitosa para todos tengo que comunicarles algunas cosas. -Hizo una pausa, miro a la Señorita Katrina, esta le devolvió la mirada y empezó a entregar las carpetillas a todos los presentes- Mi bellísima ayudante, Katrina, esta entregándoles las normas de la visita de hoy, espero que puedan leerlas y comprenderlas todas antes de iniciar la visita.

Se hizo un breve silencio, al poco hacia mitad de la caterva de estudiantes se alzo una mano, y a esa siguieron varias mas.

-Profesor, A que se refiere la norma 17, sección uno, y cito literalmente- con no dar de comer a ningún Minotauro.- dijo una joven de cabello corto y voz demasiado agudo para la integridad de cualquier futura cristalería.

- Me alegra que me hagan esa pregunta. Mas tarde durante la visita cuando crucemos el laberito del Minotauro han de tener esa norma muy en cuenta, pues el Minotauro esta a dieta, y no deseamos que la altere.

-Pero profesor, la norma numero 17 sección once dice, y cito literalmente. "No dejarse comer por ningún minotauro"....

-Ciertamente, si te dejaras devorar por dicha criatura, verías muy mermada la posibilidad de completar con vida la visita.- Dijo Maese con un tono que sugería que no, no había ninguna pregunta.

Ignoro las manos aun levantadas y prosiguió charlando- Verán me gustaría que hoy todos ustedes sobrevivieran, es por eso que les voy a dar algunas estadísticas, de los visitantes, tres de cada diez desaparecen en la visita, uno de ellos reaparece después completamente desquiciado, uno habrá muerto y el tercero habrá desaparecido y no reaparecerá nunca... Así que espero que hoy todos ustedes decidan poner aquí fin a la visita, en ese caso estaré muy contento de indicarles la salida.

Dos de las visitantes caminaron hacia la puerta por la que habían entrado, un tercero salio corriendo para reunirse con ellos.

El resto de los presentes permaneció en pie. esperando, el silencio se hizo en el ambiente, mientras la Señorita Katrina recogia las carpetillas.

Bien, ahora podemos iniciar la Visita,- prosiguió Maese- Si son tan amables de seguirme,- se giro hacia la puerta abierta y cruzo con un paso ágil y regular.

Los visitantes le seguían, en silencio o cuchicheando entre ellos, el pasillo era oscuro con techo bajo y curvo.

-Ahora nos encontramos en la parte medieval de la facultad, en esta parte están los despachos y aulas de Vikingismo, el patio de armas, Alquimia, Magia druídica, historia de Avalon, la biblioteca sur,- señalaba diversas puertas mientras mencionaba las aulas.

-Arrrrrrrrrrrrrg -Un grito salió de una de las aulas, proseguido el hombre con el torso desnudo, una nutrida barba trenzada con trenzas desiguales, que lo había proferido, corria en dirección a los futuros alumnos.- Por Odin.

-Señor Gutterson- Grito Maese Iditxa, el aludido paro en seco su carrera- Le he dicho una y cien veces que no emita gritos de guerra por los pasillos, y que es eso de enarbolar espadas sin portar siquiera un triste escudo...

-Maese- La voz del Gutterson sonaba compungida- Las doncellas de batalla nos han arrebatado la Armeria y me disponía a reconquistarla- su voz sonaba con un tono de disculpa.

Maese Iditxa miro en rededor y finalmente descolgó un escudo redondo de la pared.- Bien pero al menos lleve un escudo con usted.- dijo entregándole en pequeño escudo redondo de madera.

El hombre sujeto el escudo, y tras despedirse con un ligero ademan de cabeza y un suspiro de alivio se marcho a la carrera emitiendo un nuevo grito, y golpeando el escudo con la espada para crear ruido, su voz resonaba a los lejos- Hermanos y hermanas, La armería a sido asediada, a las armas...- Su bramido crecía con el eco de otras voces que se unían en una cacofonía.

-Ya han conocido al Sr. Gutterman, verán es un estudiante de posgrado de estudios nórdicos- Maese se aclaro la voz,- el año pasado fue alumno mío en runas mágicas III.- prosiguió con cierta satisfacción en la voz.

La visita Prosiguió, después del ala medieval salieron a la cantina de la facultado que parecía ser dos edificios arrancados y pegados el uno al otro, una parte ere un gran salón con mesas de madera con banco corrido donde había diseminado un monton de manjares suculentos, al otro se expansia una sala de estética egipcia, con altas y gruesas columnas y pinturas geroglificas en la pared.

-Ahora haremos una breve pausa- Maese Iditxa hizo un ademan de la mano.- Tomen algo y charlen con sus futuros compañeros.

Maese Iditxa y Katrina se dieron la vuelta y se fundieron con un grupo de trabajadores y profesores de la universidad, la estampa del no muy nutrido grupo, era cuanto menos extraña, Uno de ellos estaba cubierto de vendas de pies a cabeza, y tan solo vestía una túnica de lino. Otro de ellos tenia un aspecto tremendamente pétreo y se podría decir que sus facciones habían sido cinceladas, entre ellos los dos recién llegados charlaban animadamente o en el caso de la Señorita Katrina , mas bien, gesticulando.

Del mismo modo los alumnos cuchicheaban entre ellos, rápidamente se produjo un cuchicheo dedicado a un hombre en concreto. Maese iditxa centraba dicho rumor, pues los alumnos aun recordaban las palabras del Decano.

- Pues no parece nada especial- dijo la chica de la estridente vocecilla.

-Vera, - Dijo un alumno de segundo año- he venido a cursar un posgrado, precisamente por que Maese es profesor aquí.

- he oído que el año pasado- dijo el visitante que tenia curiosidad por el interés de las armaduras- intentaron matarle numerosas veces.- Bajo la voz y continuo- Yo pienso intentarlo antes de que acabe el dia.

El veterano alumno de posgrado- Ya pues el año pasado le envenenaron, apuñalaron y he oído...- Bajo la voz en tono conspirador- ...Que incluso le hechizaron mortalmente con un conjuro, pero parece que nada de eso funciono.

La fémina de la voz estridente soltó una risita nerviosa.- He oído que el propio Maese esta reopilando un libro sobre los modos de muerte, que pensaba escribir algo llamado "doce maneras de morir" pero parece que ya lleva mas de una treintena- hizo una pausa- eso es muy curioso- y rio con estruendo agudo.

---

Mas tarde el paseo se reanudo, tras recorrer algunos pasillos y estancias cavernosas de diversas estéticas llegaron a una gran puerta.

-Tras esa puerta esta el laberinto, en el habita un Minotauro, - entono con tono académico- Ahora vamos a atravesarlo para llegar a las aulas de clásicas.

Un murmullo se hizo entre los visitantes.

Ahora podeis seguirme, dijo mientras usaba una enorme llave que colgaba de su cadena, encajo la llave en la cerradura y giro. un chasquido ensordecedor resonó en la cavernosa galería de retratos.

-Una cosa mas- Dijo antes de abrir la puerta- esos cuadros que veis en la galería es la de todos los que han entrado en el laberinto, es... nuestra forma de recordarlos- hizo una pausa dramática- espero que ninguno de sus rostros decore estas paredes.

Abrió la puerta con un ultimo giro y un tirón, penetro en la estancia, con agilidad y descolgó antorchas de la pared, la Señorita Katrina encendio una cerilla y con ella prendio las antorchas que Maese repartia las antorchas ya encendidas entre los presentes.

con un ademan de complicidad dijo- Recueden las normas que les dio- y maese Iditxa empezó a marchar al frente, cuando apenas llevaban una veintena de pasos el lúgubre pasillo se dividio en dos, y Maese paro la marcha, giro el rostro y con un dedo cruzando sus labios dijo- tened mucho cuidado y no habléis.- y sin esperar respuesta se interno por el pasillo de la derecha, cruzo una escalinata y otra vez llego a una encrucijada, se pego bien a la pared y paro un momento.

Todos los presentes notaron los pasos de un ser pesado y grande, una potente respiración que golpeaba contra la pared y la recortada sombra de una feroz criatura...

El alumno que soñaba con una beca reacciono como por impulso, empujando a su guía hacia la criatura que venia a la carrera, mientras todos huian en dirección contraria, se escondieron tras un muro, guiados por la Señorita Katrina, desde allí vieron al difunto Maese empalado en las garras de la bípeda bestia que se alejaba.

la Alumna histeriaca reprimio un grito de asco y horror y se desmayo.

---

Cuando recobro la memoria se dio cuenta de que se encontraba tendida sobre un sofá, el reconfortante olor del Té la había despertado y todos los visitantes se encontraban sentados en fofas y sillas.

La señorita Katrina depie junto a la puerta les miraba desde su calavera de vacuos ojos, de cuando en cuando intentaba sin éxito limpiarse una mancha del barro del laberinto de su vestido.

La marcha prosiguió, la guía ahora era Katrina que gesticulando con sus esqueléticos brazos señalaba a un lugar u otro de los pasillos, los carteles de latón destacaban en el mármol blanco y las estatuas de estilo neo clásico decoraban todo cuanto alcanzaba la vista.

Aula de filosofía presocrática- leyó uno de los visitantes.

Otro contesto leyendo el letrero de la puerta de enfrente- Anfiteatro, Cuidado con las fieras.

Uno mas leyó un cartel, al pie de una escalinata- Ritos greco romanos.

Se encontraban en lo que se podía definir como una gran plaza y para aquellos que habían estudiado a los antiguos griegos y romanos, encontraban un enorme parecido de aquel lugar con una pequeña ciudad, Katrina les hizo girar por un recoveco de una estrecha calleja, allí abrió una puerta y las hizo cruzar, el paraje cambio súbitamente, se encontraban en un campo verde, una pradera con arboles y abundantes Menhires alineados.

- Eso que veo a lo lejos es barco Vikingo- pregunto ya de mejor humor la visitante de la estridente voz.

Una voz respondió- Claro, es un examen practico para futuros vikingos- La voz sonaba desde detrás de una de aquellas piedras, en ella se apoyaba su obeso dueño, vestido con un traje de solapa, el orondo y calvo dueño de la voz, sonrió, aparto una fina pipa de fumar de sus gruesos labios, y se irguió en su enorme altura.

La Señorita Katrina se adelanto al grupo y empezó a gesticular de manera rápida, el hombre la observo con fiereza y una pizca de desagrado.

Por fin el futuro alumno que había empujado a Maese iditxa reconocio la voz.

-Es usted el decano, así que deme mi beca de estudios.

El decano sonrrio,- Bien parece que tenemos a un emprendedor entre nosotros.

Una nueva Voz sono, acompañada del cierre de una puerta, tras los hablantes. el grupo se estremecio.- Me parece que aun es un poco pronto para dar Becas- Sono la voz de Maese Iditxa, su ropas estaban embarradas llenas de cortes y manchas de sangre y un enorme agujero dejaba al descubierto parte de su pectoral izquierdo.- Señorita Katrina apunte el nombre del individuo en el cuaderno de los agravios, y guie a todos ellos hasta la salida.

- En cuanto a usted, tengo una carpeta con posibles incorporaciones al departamento que deseo que estudie, Se la entregaría de inmediato, pero me gusstaria cambiarme de ropas antes de la cena. Buenas noches.

Y maese Iditxa se marcho caminando ladera abajo, la sonrisa del decano desapareció de sus rechonchos labios.

-Señor Gutterson, póngase un casco de inmediato- resonó la voz de Maese Iditxa, al girar entre unas chozas en llamas.






No hay comentarios:

Publicar un comentario