El pasado domingo 3 de abril, con un día amenazante de lluvia pero que finalmente respetó en gran medida nuestros planes, un amplio grupo de steamers asistió a una visita guiada por las instalaciones del
Real Observatorio Astronómico de Madrid, ubicado en el Parque del Retiro, y al que se accede desde la calle de Alfonso XII.
|
El edificio Juan de Villanueva |
|
El telescopio de Herschel |
La visita, que en todo momento fue conducida por nuestro atento guía José Francisco, dura teóricamente hora y media (nosotros nos lo pasamos tan bien y nos entretuvimos tanto con todas las piezas, que las dos horas que empleamos pasaron en un suspiro) consta de paso por tres edificios del complejo, el original de Juan de Villanueva, el que alberga la
réplica del telescopio de William Herschel, y finalmente la Sala de Ciencias de la Tierra y el Universo. El edificio original, que es de finales del siglo XVIII, fue construido por orden del rey Carlos III, a instancias de Jorge Juan, insigne sabio de la época, y desde su inicio se planteó como una institución enfocada a un uso práctico de la astronomía, para ámbitos geográficos y meteorológicos. Su construcción estuvo a cargo del arquitecto Juan de Villanueva (al que también se le debe el cercano Museo del Prado), y se ubicó en el cerro de San Blas, que entonces estaba fuera de la ciudad (lo que hoy es el casco histórico) Es de estilo neoclásico, con planta de cruz griega. El edificio sufrió los estragos de la Guerra de la Independencia desde 1808, y durante la cual los soldados franceses lo emplearon como almacén de armas, hospital, y punto de control de la ciudad, quedando en estado de ruina en 1814, hasta que Isabel II le dio un nuevo impulso.
La sala rotonda del edificio cuenta con un
péndulo de Foucault con una esfera de 100kg de acero que completa, debido al giro de la Tierra, su rotación en unas 37 horas; le acompañan, además de numeroso instrumental y dos magníficos telescopios de 1796 usados para catálogo estelar, una joya especial: el espejo del gran telescopio de Herschel, de 60cm de diámetro, parabólico, y realizado en bronce y estaño a mano por el propio creador. Supone la cima de su arte, ya que nunca logró realizar otros de mayor tamaño con una perfección que le resultara igual de satisfactoria. En una sala anexa se encuentra la fantástica biblioteca del centro, que si bien no conserva incunables por el citado conflicto bélico, si se encuentra íntegramente escaneada y disponible online desde el Ministerio de Cultura. La sala alberga además el instrumental empleado por Joaquín Barraquer y Rovira en 1883 para determinar la fuerza de gravedad terrestre con hasta seis decimales. Al otro lado de la sala del péndulo se ubica la sala del meridiano, donde distinto instrumental de conservación del tiempo permitían determinar la hora exacta en una época en la que los relojes no eran tan fiables como actualmente, y desde la que se enviaba en su momento la hora exacta por radio a todo el territorio nacional. Además contiene un anteojo orientado fijo sobre el meridiano que se empleaba para confeccionar el anuario del observatorio, muy útil para marinos y geodestas.
|
SPM y el péndulo de Foucault |
La visita continúa con acceso a la réplica a escala real del telescopio de Herschel, destruido a manos de los soldados franceses, el tubo para munición, la estructura para hacer fuego (sólo se conserva el espejo mencionado antes y porque siendo la parte más difícil de reemplazar, fue puesto a buen recaudo a tiempo) De los seis telescopios que construyó William Herschel de este tamaño no se conserva ninguno original, y ésta es la única maqueta de tamaño real en todo el mundo. Pudo reconstruirse gracias a conservarse una serie de
grabados originales (expuestos en la misma sala). Fue encargado en 1796 por el rey Carlos IV, y fue enviado, desmontado, por barco desde Londres a Bilbao, y de allí a Madrid en carreta, ubicándose no sin cierto conflicto (entendible, por otra parte), con los frailes de San Blas, ya que no querían que estuviera sobre su cementerio (que finalmente tuvo que trasladarse para hacer sitio al instrumento) Desgraciadamente no se llegó a aprovechar, ya que el experto formado por Herschel para emplearlo falleció durante el traslado a Madrid, y no demasiado tiempo después llegó la guerra que le puso fin. Tras disfrutar de la increíble presencia de este gigante histórico, pasamos a la Sala de Ciencias de la Tierra y el Universo, donde se exhibe gran parte del instrumental empleado por la institución a lo largo del tiempo para sus labores científicas.
|
Los grabados que permitieron reconstruir el telescopio |
Desde aquí queremos agradecer a todo el personal del Observatorio, en particular a nuestro guía y a la responsable del edificio, por su paciencia con nosotros (¡nos hicimos muchas fotos!) y el excelente trato recibido, así como recomendar a todos los interesados en la astronomía y la historia de la ciencia que visiten esta institución en cuanto tengan ocasión.
Momento epiquísimo cuando, a punto de finalizar la explicación sobre el edificio de Juan de Villanueva, aparecen dos patos volando y se posan en el agua del estanque frente a nosotros, como si estuviera organizado de tal manera.
ResponderEliminarMomento epiquísimo cuando, a punto de finalizar la explicación sobre el edificio de Juan de Villanueva, aparecen dos patos volando y se posan en el agua del estanque frente a nosotros, como si estuviera organizado de tal manera.
ResponderEliminar