lunes, 4 de abril de 2016

Steampunk Madrid visita el Real Observatorio Astronómico

El pasado domingo 3 de abril, con un día amenazante de lluvia pero que finalmente respetó en gran medida nuestros planes, un amplio grupo de steamers asistió a una visita guiada por las instalaciones del Real Observatorio Astronómico de Madrid, ubicado en el Parque del Retiro, y al que se accede desde la calle de Alfonso XII.


El edificio Juan de Villanueva

El telescopio de Herschel
La visita, que en todo momento fue conducida por nuestro atento guía José Francisco, dura teóricamente hora y media (nosotros nos lo pasamos tan bien y nos entretuvimos tanto con todas las piezas, que las dos horas que empleamos pasaron en un suspiro) consta de paso por tres edificios del complejo, el original de Juan de Villanueva, el que alberga la réplica del telescopio de William Herschel, y finalmente la Sala de Ciencias de la Tierra y el Universo. El edificio original, que es de finales del siglo XVIII, fue construido por orden del rey Carlos III, a instancias de Jorge Juan, insigne sabio de la época, y desde su inicio se planteó como una institución enfocada a un uso práctico de la astronomía, para ámbitos geográficos y meteorológicos. Su construcción estuvo a cargo del arquitecto Juan de Villanueva (al que también se le debe el cercano Museo del Prado), y se ubicó en el cerro de San Blas, que entonces estaba fuera de la ciudad (lo que hoy es el casco histórico) Es de estilo neoclásico, con planta de cruz griega. El edificio sufrió los estragos de la Guerra de la Independencia desde 1808, y durante la cual los soldados franceses lo emplearon como almacén de armas, hospital, y punto de control de la ciudad, quedando en estado de ruina en 1814, hasta que Isabel II le dio un nuevo impulso.

La sala rotonda del edificio cuenta con un péndulo de Foucault con una esfera de 100kg de acero que completa, debido al giro de la Tierra, su rotación en unas 37 horas; le acompañan, además de numeroso instrumental y dos magníficos telescopios de 1796 usados para catálogo estelar, una joya especial: el espejo del gran telescopio de Herschel, de 60cm de diámetro, parabólico, y realizado en bronce y estaño a mano por el propio creador. Supone la cima de su arte, ya que nunca logró realizar otros de mayor tamaño con una perfección que le resultara igual de satisfactoria. En una sala anexa se encuentra la fantástica biblioteca del centro, que si bien no conserva incunables por el citado conflicto bélico, si se encuentra íntegramente escaneada y disponible online desde el Ministerio de Cultura. La sala alberga además el instrumental empleado por Joaquín Barraquer y Rovira en 1883 para determinar la fuerza de gravedad terrestre con hasta seis decimales. Al otro lado de la sala del péndulo se ubica la sala del meridiano, donde distinto instrumental de conservación del tiempo permitían determinar la hora exacta en una época en la que los relojes no eran tan fiables como actualmente, y desde la que se enviaba en su momento la hora exacta por radio a todo el territorio nacional. Además contiene un anteojo orientado fijo sobre el meridiano que se empleaba para confeccionar el anuario del observatorio, muy útil para marinos y geodestas.

SPM y el péndulo de Foucault

La visita continúa con acceso a  la réplica a escala real del telescopio de Herschel, destruido a manos de los soldados franceses, el tubo para munición, la estructura para hacer fuego (sólo se conserva el espejo mencionado antes y porque siendo la parte más difícil de reemplazar, fue puesto a buen recaudo a tiempo) De los seis telescopios que construyó William Herschel de este tamaño no se conserva ninguno original, y ésta es la única maqueta de tamaño real en todo el mundo. Pudo reconstruirse gracias a conservarse una serie de grabados originales (expuestos en la misma sala). Fue encargado en 1796 por el rey Carlos IV, y fue enviado, desmontado, por barco desde Londres a Bilbao, y de allí a Madrid  en carreta, ubicándose no sin cierto conflicto (entendible, por otra parte), con los frailes de San Blas, ya que no querían que estuviera sobre su cementerio (que finalmente tuvo que trasladarse para hacer sitio al instrumento) Desgraciadamente no se llegó a aprovechar, ya que el experto formado por Herschel para emplearlo falleció durante el traslado a Madrid, y no demasiado tiempo después llegó la guerra que le puso fin. Tras disfrutar de la increíble presencia de este gigante histórico, pasamos a la Sala de Ciencias de la Tierra y el Universo, donde se exhibe gran parte del instrumental empleado por la institución a lo largo del tiempo para sus labores científicas.

Los grabados que permitieron reconstruir el telescopio

Desde aquí queremos agradecer a todo el personal del Observatorio, en particular a nuestro guía y a la responsable del edificio, por su paciencia con nosotros (¡nos hicimos muchas fotos!) y el excelente trato recibido, así como recomendar a todos los interesados en la astronomía y la historia de la ciencia que visiten esta institución en cuanto tengan ocasión.

jueves, 31 de marzo de 2016

Recuerdos

La Real academia de las ciencias de Madrid estaba repleta, todos los que habían podido entrar lo habían hecho y en las cercanías periodistas y ciudadanos de todas las cataduras esperaban expectantes. 

Precisamente por eso Enriqueta había convencido a Máximus, para acudir por la mañana, y pasar el día allí, a Máximus no le gustaban las muchedumbres, pero desde que él había llegado a España allá donde acudía se llenaba de gente.

Máximus era un científico y como tal impartir una charla no debía ser algo tan excepcional, aunque lo excepcional según el público era el propio Máximus.

Máximus era oriundo del Congo, y era un soberbio varón, grande fuerte, con pelo negro y rizado, con las manos fuertes, y los pies ágiles, él así mismo se consideraba muy normal, donde él vivía en la jungla del Congo, todos los muchachos eran como él...

Máximus recordaba cuando conoció a Enriqueta y al resto de sus compañeros de expedición, eran humanos, y Máximus solo sabia de los humanos lo que las leyendas decían de ellos, así que supuso que eran guerreros y asesinos que venían por la jungla para matar a alguien pues lo que dice la leyenda. 


“Los humanos son extraños, y vienen cada año,
traen fuego domesticado y truenos enlatados,
contrasellen trampas para atraparnos,
pues de nuestros huesos destilan fórmulas malignas,
orgullosos exhiben nuestras cabezas en sus hogares.”


Pero algo andaba mal, aquellos hombres no se fueron, instalaron sus nidos de tela cubiertos, en un claro del bosque y domesticando al fuego lo confinaron entre piedras para calentarse y cocinar, cada día un puñado de ellos salía de su asentamiento y se internaba en la jungla, buscando algo, tal vez a los miembros de su clan, Máximus les espiaba, con curiosidad, y descubrió que lo que hacían era observar a los miembros de su clan y tomar notas, eran científicos como Máximus, así que decidió entrevistarse con ellos, pero primero debía aprender su lengua y costumbres, durante varios meses observó a los observadores, descubrió que varios de ellos eran guerreros con armas que arrojaban truenos, y que uno de ellos era una mujer, que se dedicaba a convertir todo lo que veía en dibujos y palabras escritas sobre el papel.

Pasaron los meses y la mayor parte de los humanos se marchó, quedaron unos pocos, incluida la mujer, fue en uno de sus paseos, cuando ella se quedó sola que decidió presentarse ante ella, lo había preparado todo, había preparado el lugar, y aprendido que ellos tenían una tradición de sentarse a beber agua ensuciada con raíces y hojas de plantas, así que en una de sus observaciones del campamento encontró donde la guardaban y la tomó para estudiar su contenido, averiguó como adiestrar al fuego para que no saliera de su cerco de rocas, usando astillas con cabezas pintadas de fósforo, y aprendió a hablar el idioma de los humanos, era una lengua rara, se comunicaban con conjuntos de gruñidos articulados, y movían mucho las manos como para llenar el vacío de sus charlas, su lenguaje parecía constituir algo de especial orgullo para esos humanos, la primera palabra que aprendió fue Gorila...

Enriqueta aun recordaba su primer encuentro cercano con Máximus. Lo había visto muchas veces, siempre de lejos, altivo y acechante, observando entre la maleza o desde lo alto de los árboles, ella lo había etiquetado como “Espécimen 01, Gorila Pardo Varón, Peso y altura desconocidos” Fue en aquel paseo en que alejó de sus compañeros para ir hacer algo que una señorita no puede hacer en una letrinas comunales cuando todo ocurrió. Había encontrado un lugar apartado y casi limpio, y se encontraba acuclillada con la enaguas bajadas hasta los tobillos cuando Máximus apareció desde un lateral descendió de entre los árboles, el susto que se llevó fue tal que el complejo acto que una mala dieta había provocado se dio casi por si solo, a causa de la sorpresa. El resto de la escena no fue mas estremecedora, el Gorila la tomó por la mano, agarrando con fuerza su muñeca, y tiró de ella, al poco ya estaban de camino hacia algún lugar, no sentía su mano y apenas podía sujetarse las enaguas y el pantalón, que se le resbalaban de la mano, y la mano que había agarrado el Gorila estaba dormida, tal vez rota por la fuerza del animal, entonces el Gorila la subió a una oquedad en un árbol, el hueco era enorme y dentro de él había una hoguera encendida, algunos trozos de madera hacían de taburete y dos tazas de peltre, una lata de té y una tetera descansaban junto a la hoguera, ella se quedo estupefacta mirando el lugar, que era aquello, por que el Espécimen 01se comportaba de aquella manera... este fue el último pensamiento antes de desmayarse.

Máximus cerró la puerta del mueble bar, no había nada en él que le apeteciera tomar, y ya se acercaba la hora, Enriqueta tomaba una Soda sentada en el sofá, el resto de catedráticos y científicos se habían abstenido de entrar al ver a Máximus, solo Charles, estaba en aquella habitación, como decía él dando un repaso a física elemental de los objetos esféricos, un eufemismo muy largo para decir- Jugar al billar. Carles era el Hermano de Enriqueta, y no parecía tener miedo de nada salvo de su hermana, así que meses atrás cuando Máximus llegó a España y él había ido con el coche a recoger a su hermana le estrechó la mano en público, y le hizo las preguntas irrelevantes de rigor, que era la especialidad de Carles, era un Astro-físico mediocre, pero un gran conversador, sabía de casi todo un poco, y gracias a ello podía conversar de casi todo, hoy había escogido sus mejores galas, lo que significaba que llevaba un traje de paño casi aceptable para estar en aquel lugar con pajarita, se había quitado la chaqueta para jugar y arremangado la camisa, y jugaba al billar con mas vehemencia que habilidad.

Máximus se dirigió a la mesa de billar, cogió el taco y uno de los palos y frotó el extremo con mucho cuidado, después calibró durante muchos minutos su jugada, retrocedió el palo para conseguir impulso y golpeó la bola blanca que picó contra la mesa y calló al suelo sin golpear a ninguna en absoluto.

Enriqueta carraspeó, lo que hizo que tanto Carles como Máximus se dieran la vuelta atentos.- Es la hora del Té- Anunció.

La hora del Té- recordó Enriqueta- Máximus el gorila la había secuestrado, ella se había desmallado después de recorrer media milla de selva intentando que sus enaguas y sus bombachos no se cayeran, despertó. Su mano había recuperado su color saludable y no parecía rota, aunque sí dislocada, estaba apoyada sobre un lecho de hojas, semejante a un nido, como los que hacen los Gorilas para dormir, el fuego de la oquedad, hecho sobre un circulo de rocas estaba casi apagado, y por la puesta de la cueva se veía el amanecer. Tenía una sed atroz, y considerable hambre, se había saltado la merienda, la cena y puede que una picada nocturna, y no había bebido nada en mucho tiempo, vio las astillas para avivar el fuego y una caja de cerillas, y no le costó hacerlo, tampoco calentar agua en la tetera y preparar el Té, mientras el agua se calentaba observó el lugar, parecía una pequeña guarida, estaba plagada de objetos diversos el conjunto que más le llamó la atención fue unas pintadas en las paredes, era un diagrama, o un calculo de algún tipo, tras observarlo debidamente, ya con la reconfortante taza de peltre en sus manos, empezó a encontrar sentido al diagrama, era un diagrama de como preparar el Té, allí había una tetera dibujada, y allí lo que probablemente seria hebras de Té...

Máximus, recordaba sus primeros intentos de preparar el Té, había adquirido todo lo necesario para fabricarlo, en el campamento humano, y lo había llevado a su estudio, había hecho fuego, y calentado agua, añadido las hierbas primero muy pocas, después muchas, lo había hecho varias veces hasta que olió como el que hacían los humanos, y como científico que era había dibujado el proceso en su estudio para poder consultarlo cuando quisiera, entre los estudios de los astros y las muestras de tierra de la selva, allí lo había hecho, y por fin había llegado el momento de invitar a la dama a tomar el té y entrevistarse con ella, pero todo había salido mal, se había desmayado y no sabía que hacer. La había acostado en el lecho y había ido a dar un paseo para despejarse, y por el camino recogió algo de fruta, al volver a su estudio, olió el Té, y sus pasos se vivieron mas rápidos, su huésped debía de haber despertado, trepó por el árbol hasta el enorme hueco en el que tenia su estudio. Allí estaba su huésped mirando a su estudio exhaustivo de como hacer el Té...

Carles, No sorbas el Té, es de mala educación- Dijo Enriqueta. Mientras recordaba el Primer Té que había preparado en aquella oquedad en el árbol, y como Máximus había reaparecido allí llevando algo de fruta... Máximus entro en el hueco apoyó un atado con grandes hojas de árbol en el suelo, sobresalían algunas frutas y raíces, después se acercó al fuego y lo alimentó, a Enriqueta le pareció que el Espécimen 01 estaba intentando ser hospitalario, sirvió la taza de peltre con la tetera de hojalata abollada y bebió el contenido de un único trago. Máximus la miro abiertamente y dijo “¿Té, bueno?... Esta pregunta cambio el mundo de Enriqueta, ya no quería salir de allí y volver con sus compañeros ahora quería saber.

Máximus estaba orgulloso de su primera frase le había costado mucho componerla, recordar el conjunto de sonidos que convertía una afirmación en una pregunta, por eso le extrañó que ella no respondiera, por eso repitió la frase, esta vez mas fuerte, sacando el sonido desde el fondo de sus pulmones, la reacción de Enriqueta no se hizo esperar, se hizo un ovillo en el suelo presa del mas absoluto miedo, Máximus no supo que hacer, nunca nadie le había temido, así que preparó otro Té, mientras pensaba en que hacer a continuación. La respuesta no se hizo esperar, la humana se levantó y caminó casi a gatas hasta la tetera, la apartó del fuego- El agua no tiene que llegar a hervir- dijo, sirvió las dos tazas, se sentó el asiento de madera improvisado y empezó a beber a sorbos cortos, Máximus la imitó, entonces surgió la conversación, era una conversación con muchas pausas, Enriqueta hacia pausas para reflexionar sobre lo que estaba pasando y Máximus para elegir las palabras, la charla fue larga y lenta, muy lenta.

Máximus palpó su chaleco buscando en qué bolsillo había colocado su reloj, Un relojero había diseñado aquel reloj de bolsillo ex profeso para él, sus dedos eran demasiado gordos para usar uno mas pequeños y todos se veían ridículos en su grotesca mano simiesca. La cadena se enganchaba en el botón del bolsillo y caía tan solo un poco era eficiente, y se usaba con una excepcional economía de movimientos, el chaleco era nuevo, también a medida, gris de raya ejecutiva, con su camisa blanca y su pajarita roja, parecía sacado de una atracción de feria, o eso es lo que le parecía al contemplar su reflejo en la mesa de mármol pulido. Ser una atracción de feria era bueno, las atracciones de feria eran inofensivas o eso le habían dicho. Y él deseaba parecer inofensivo, aunque en las discusiones científicas quisiera levantar por los aires a su contertulio y comprobar si podía arrojarlo contra la pared a más de veinte metros de distancia. Pero se contenía.

Enriqueta miro a Máximus, sabia que Máximus estaba nervioso y lo que mas nervioso le ponía era no ser tratado como un científico sino como un animal, es cierto que era un gorila, y para ser más exacto un gorila parlante, pero él se consideraba sobre todo, un científico, un científico pluridisciplinar.

Ya es la hora- Dijo Carles, y salió a abrir paso por el pasillo. Abrió la puerta de par en par, fulminó al público que esperaba en el pasillo, como tan solo un hombre con semejante desparpajo como Carles podía hacer, después giró el rostro lo justo para ver como Máximus, y su hermana Enriqueta le seguían, vio como el camino se despejaba a cada paso que daba. Caminó hasta el rellano, y se paró para contemplar su aspecto en el reflejo, pero sobretodo el de Máximus que estaba tras él. Se giró, dio el alto a Máximus con un gesto, se puso de puntillas delante de él y le arregló la pajarita. Procedió a examinar todo lo demás, y finalmente dio su visto bueno al aspecto general de su colega y amigo. 
Máximus contemplo su reflejo en el espejo, Carles era muy detallista con el aspecto ajeno, y el se alegraba de poder llamar a Carles amigo. Miro al grueso cortinaje burdeos tras el que se encontraba el estrado, se despidió de Enriqueta y Carles, vio como él ocultaba una sonrisa picara, mientras musitaba unas palabras de animo, y ella intentaba ocultar su disgusto por no poder acompañarle hasta el mismo estrado. Carles y Enriqueta tenían que ir a sus asientos en la tribuna real, y Máximus les vio marchar, contó hasta diez, y ya relajado, cruzo el grueso cortinaje.

Tras la debida presentación de algún académico, al que Máximus no conocía, caminó hasta el estrado, apoyó las manos sobre él, se aclaró la garganta con un carraspeo y exclamó con la voz tan alta como era capaz, -¡Excelsior!

Carles- Recordó como hace tan solo unos días había aceptado una apuesta, con aquellos catedráticos, la tesis de Carles es que Máximus era capaz de ser más civilizado que cualquier catedrático de los que se reunían en aquel caro salón a discutir, a los gritos, científicamente, y que cuando no podían demostrar su tesis o rebatir los argumentos, arrojaban objetos- dobló el periódico del día anterior, en el titular se leía - ¡Simio científico asombra el país! - miro a sus contertulios y dijo- ¿Creo que sus científicas eminencias me deben una bonita suma?, Máximus dio un discurso y además nos enseñó algo, - contuvo su risa socarrona- y no mató a nadie, ni arrojó ningún objeto- dedicó una risita al Sr. Núñez, aceptó el pagare de este, y tendió la mano para coger los talones y cheques de varios caballeros más- Máximus agradece sus donativos para la publicación de su primer estudio- dejo caer la carcajada que llevaba tiempo queriendo lanzar.

miércoles, 30 de marzo de 2016

Steampunk

Hola a todos nuevamente.

Hoy quiero hablarles de un libro que ya hemos citado varios veces, Steampunk, una antología de relatos Steampunk publicada en castellano.

Este libro es el primero de una colección cerrada por su hermano Retrofuturismos, del cual ya hablamos en una reseña anterior.

Este libro tiene el honor de abrir el campo en castellano a los retrofuturismos de la mano de grandes autores en su visión particular de este género, algunos de ellos relatos de fantasía, otros con componentes más Punk, con crítica social de fondo.

Relatos de: Óscar Esquivias, Fernando Marías, José María Merino, Juan Jacinto Muñoz Rengel, Andrés Neuman" , Luis Manuel Ruiz, Care Santos, José Carlos Somoza, Ignacio del Valle, Pilar Vera y Marian Womack.

Como de costumbre la selección de autores y relatos es excepcional y como ya carecteriza a Nevsky, la encuadernación en rústica es de enorme calidad, que facilita la lectura en conjunto con edición sobresaliente que hace que sea un libro muy recomendable.

lunes, 28 de marzo de 2016

Steampunk Madrid en Madrid Otaku y en la Exposición Julia Margaret Cameron

El día 19 de marzo yo paseaba por el Madrid Otaku en el Pabellón de Cristal, motivada por algo que leí en Facebook:

“…partimos de una base distinta a la de los eventos convencionales, somos visitantes asiduos a éstos y muchos hemos colaborado personalmente de forma habitual, creemos que los eventos de hoy en día han perdido su esencia y han dejado de tener en cuenta al visitante. Por eso decidimos poner en marcha este proyecto para recuperar la esencia y frescura, queremos demostrar que existe otra forma de hacer las cosas y nuestro objetivo principal es pasárnoslo bien y compartir lo que nos gusta con los asistentes. Como no tenemos ánimo de lucro nos podemos permitir ofrecer más contenido y calidad a mejor precio, no solo cultura japonesa sino también una planta entera dedicada al gaming.”

Grace Sylvester, foto de Prof. Cecily Cogsworth
No era nada decepcionante. Hubo un linda mezcla de artes marciales, videojuegos, artesanía a la venta (con bastantes elementos retrofuristas, por cierto), soft combat, el típico merchandising, actividades culturales japonesas, concursos de cosplayers y comida japonesa a muy buenos precios.
Me llamó mucho la atención el ambiente distendido de Madrid Otaku, donde pude pasear y charlar con los amigos de steampunk y cosplay, ver a familias paseando por el área de juegos tradicionales japoneses, a los góticos y los cosplayers luciendo sus galas dentro de un marco relajado y divertido y con el olor de ramen y chocolate caliente.

Total, una experiencia muy agradable y una que recomendaría y además, repetiría.

El día 20 tocó un cambio de tercio contundente: una visita organizada por Steampunk Madrid a la exposición de la fotografía de Julia Margaret Cameron en la Sala Bárbara de Braganza de la Fundación MAPFRE. Esta exposición, hecha en colaboración con el Victoria y Albert Museum, nos brindó una oportunidad de ver las obras de una mujer, para mí, enigmática y hasta inquietante.

La señora Cameron nació en 1815, en Calcuta, viajaba por el imperio británico y Francia, y empezó su carrera cómo fotógrafa a la edad  de 48 años. Sin embargo, su obra no refleja en absoluto sus vivencias tan variadas-  son estáticas expresiones de una vida domestica apacible, retratos tanto de visitantes ilustres, como Charles Darwin, como de los hijos de los vecinos. Luego hay toda una vertiente alegórica y melodramática de su producción fotográfica, representado por sus ilustraciones fotográficas de La Muerte de Arturo de Alfred, lord Tennyson, y numerosas obras con títulos como La Primavera y La Paz.

Los años que abarcaban la producción de la señora Cameron están marcados por grandes cambios en la sociedad y cultura inglesa. Tras haberse consolidado, junto con Rusia, como el ganador de las guerras napoleónicas, Inglaterra experimentó los estragos brutales de la industrialización de lo que era un país básicamente agrícola. Sin embargo, nada de eso se ve reflejado en la fotografía mostrada en esta exposición.

¿Rechazo deliberado? ¿Escapismo naíf?

Me quedo con la duda. Desde luego, me alegro mucho de haber visto esa exposición, y en la buena compañía de steamers de Steampunk Madrid, aunque ahora no puedo evitar pensar, cuando veo una buena foto:

¿Qué habría hecho la señora Cameron con esta temática?

El público madrileño podrá acudir a la cita con las obras fotográficas de Julia Margaret Cameron hasta el 15 de Mayo, 2016.

Fdo.:
Prof. Cecily Cogsworth

martes, 22 de marzo de 2016

Corbatas, pajaritas y pañuelos

En los atuendos Steampunk Masculinos y el los femeninos en menor medida se usan estos elementos, son unos complementos sencillos que protegen el cuello del frio, y complementan un vestuario haciendolo mas vistoso.

Como escoger? 

Existen muchas posiblidades entre pañuelos pajaritas y corbatas, para ello hemos de escoger segun varios criterios entre los que destaca los siguientes. Que rol interpretamos, la estetica del elemento y nuestras filias personales.

La corbata es un signo inequivoco de roles de clase media e intelectual, mientras que los pañuelos como el Ascot son habituales en personajes de procencia noble o aristocratica y las pajaritas de origen mas humilde o incluso parte del uniforme profesional, este criterio historico lo dejaremos como secundario dado que en el Steampunk no buscamos la corrección historica.

Los pañuelos son elementos muy interesantes y faciles de hacer, existen varios modelos y nudos al igual que las de corbatas, permiten albas el uso de alfileres de corbata.

Finalmente las pajaritas son mas baratas y fáciles de hacer, permiten una enorme variedad de combinaciones, y son a titulo personal mis favoritas.

Una misma estética puede combinar con una varias y por ello la determinación final se tomara por el aspecto que deseemos trasmitir.

(Maese Iditxa, Obrero con pajarita)
Como seleccionar la idoneidad de una pajarita?

Historicamente las pajaritas son elementos elegantes que se usan o bien como parte de uniformes o en ocasiones concretas tales como coctails o reuniones informales, sus materiales varian de lana a seda y su dibujo varia a su vez de lisas a estampadas.

Como seleccionar la ideneidad de una Corbata?

Las corbatas al igual que las pajaritas son prendas de uso formal, y relacionadas con algunas profesiones de corte mas intelectual o burgués que las pajaritas. su material predilecto es la seda, y a diferencia de la pajarita existen numerosos modos de atarla. cada nudo es diferente, desde el nudo de corbata simple hasta el doble Windsorth, varían en elegancia y complejidad, a la hora de escoger el tipo de nudo piensa en el rol de tu Alter-ego, si este es ingeniero usara un nudo mas sencillo que si es por ejemplo el director de un banco. Usaran un critirio semejante a la hora de escoger el dibujo y color de tu corbata, considetando mas sobrios los lisos y estampados menos recargados, puedes completarla con alfileres o pinzas de corbata.


Como escoger la idoneidad de un pañuelo?

(Maese Iditxa el catedrático, con Ascot)
Los pañuelos de cuello son elementos de uso elegente, y no de uso laboral, no es habitual su uso por segun que clases profesionales siendo frecuente su oso por burgueses muy ricos y aristocratas de todos los tipos. La tela predilecta es la seda, y se pueden usar alfileres, broches y pasadores para complementar su aspecto aristocrático.

Conclusiones.

La elección de uno de estos elementos  es a gusto del consumidor, indistintamente de las normas sociales de época victoriana. y para su selección has de basarte en las filias personales y la estetica que desees dar a tu personaje.




lunes, 21 de marzo de 2016

Steampunk Madrid en la exposición Cleopatra y la fascinación de Egipto

Cleopatra, de J.W. Waterhouse 1888 (Wikicommons)
El domingo 13 de marzo un nutrido grupo de steamers entró el intrigante laberinto que compone esta exposición en el Centro de Exposiciones de Arte Canal en el paseo de la Castellana, 216. En esta ocasión contamos además con un nuevo amigo, Eladio Bergondo. La exposición está compuesta por siete áreas dedicada cada una a una temática diferente: Egipto, tierra del Nilo; Los Ptolomeos, reyes de Egipto; La última reina de Egipto; Egipto en Roma; Cleopatra, inspiración de artistas; Cleopatra y las artes escénicas; y La fascinación de Egipto en España. Cada área formó una unidad artística e historia independiente, con accesos a la siguiente área delimitada por cambios de iluminación y audiovisuales.

Muy sencillo, muy lógico.

Pero no. 

El guardían. Foto: Eric Rohnen
El hechizo de la reina Cleopatra supera la suma de las partes de su historia. Por eso, me pareció muy acertado que la exposición dedicó tiempo y espacio a la influencia de esta figura y su amado Egipto en la cultura occidental, tanto de la época del nacimiento del Imperio romano hasta nuestros días actuales. Cleopatra, ella misma, era de una estirpe macedonia, faraones de Egipto desde tiempos de Alejandro Magno.

Es decir, era hija de una mezcla cultural de muchas influencias, tantos siriacos, fenicios, griegos, persas, hindús, italianos, todo lo que caracteriza la época helenista.

Desde luego, los hechos de la vida de Cleopatra son espectaculares, inmortalizados desde hace dos mil años en lienzos, esculturas, ensayos, poesía, música, ópera, teatro, películas y hasta en los dibujos de Astérix y Obélix.

Y aun así, es difícil explicar el estado embriagado en que salimos de la exposición luego de casi dos horas envueltos en la magia de la última reina de Egipto.

¿Padecíamos el Síndrome de Stendhal, combinado con el hambre? Puede que sí.

O puede que quedamos cautivados por la más cautivante de mujeres, Cleopatra.

El destacamento de Steampunk Madrid antes de llegar a tierras egipcias. Foto: Eric Rohnen

Fmdo:
Prof. Cecily Cogsworth.

viernes, 18 de marzo de 2016

Concurso Cosplay Steampunk

Este año Steampunk Madrid participa con Expomanga en la realización del primer concurso Cosplay Steampunk en el Expomanga.



En el inferior de estas lineas pueden encontrar los enlaces a las bases, inscripción e información adicional.

Bases.
Inscripción.
Mas información aquí.

Esperamos vuestra participación y disfrute.